Mi mente me habla y yo la escucho,
aunque lo hace igual que lo haría un mudo.
Lo malo es que no consigo
traducir sus palabras al hablar mundano.
Tan sólo llega al exterior un eco atenuado,
eco de palabras de amor,de reflexión y de llanto.
Tan sólo un eco que queda plasmado,
en un pequeño hueco de un muro blanco.
- Javier López -
martes, 27 de noviembre de 2007
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1 comentario:
Un eco siempre es mejor que nada.
Y al menos allí está, en el exterior.
Hace mil que no hablamos. A mí eso me parece, por lo menos -.-
Un beso, Ark.
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