domingo, 19 de julio de 2009

De mi tiempo y vida

Me atraviesan las afiladas brisas de tu inocencia
y el llanto amargo de quién no te entiende o no sabe esperar

Me entristezco al verte al alba como una eterna acompañante
que se aferra más y más sin hacer gala de su nombre

Me abraza el ocaso ausente tras un día de tristeza
de miradas apagadas, grises tonos del ambiente y de calles hechas mar

Me zambullo en el universo onírico de amargos despertares
pero de dulces travesías bajo tardes invernales

Tarde es siempre pues nunca llego, no quiero o no siento el avanzar
y aunque tarde es siempre el tiempo en el que acierto a no errar
me acuno en simples versos tempranos a gritar
que aquel que nunca dice siempre dice que dirá
y de lo que poco habla, poco tiene que callar.

Tiempo tengo para desbordar vasos o quemar el aire, fundir la sal,
para andar caminos largos y senderos ocultos que ni saben donde irán.
Tienes tiempo tambien tú de acunarme en tus brazos y mecerme con tus pensamientos
no ser sombra de tus pasos y estar en cambio a tu lado
sentirme compañero y nunca mas acompañado.

Mas me veo aquí sentado escribiendo en mi diario
con segundos de mi vida esfumándose a cada trago
rasgando con la tinta de profundos charcos
el rugoso cuero de mirada siempre en blanco.
Preguntandome cada poco si es algo lo que hago
pues busco no buscando y jamas he econtrado

Me consume la alegría de tiempos mejores
y se quema el semblante que brillaba como mil soles

Me desplazo en un velero de velas rasgadas por cien mares
que navega sin rumbo pues en puerto no hay nadie

Me acicalo con los restos de los restos de esa tarde
y no miro a nadie pues aun quiero esperarte

Me distraigo con el baile de las hojas en el parque
que recuerdan a veces, siempre, el deseo de besarte.

Se distancian las horas y no llegas, no quieres o no sientes a mi par
y aunque el tiempo perdido siempre falte y nunca volverá
me duermo en simples versos tardíos a gritar
que aquel que poco dijo siempre quiso hablar mas
y de lo poco que dijo, soy sincero, todo fue verdad.

Tiempo hay para gritar al viento y abrazar el ocaso con ansiedad
y ver tu pelo ondear en el deseo de dos cuerpos al bailar
esa danza que hoy, solo, sólo puedo soñar
y esperar que la mañana a tu frente con rocío llegue
y que este poeta solitario ya nunca mas lo fuese.

-Javier López Rubio-

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" Escrito gracias al abrazo de los Pirineos"